EL COMBATIENTE ESPAÑOL
Por: D. José R. Bonilla Escribano
Estos tipos son los siguientes: El combatiente español
propiamente dicho, el combatiente español tipo Jerezano, y el
combatiente español tipo Canario, siendo estas dos últimas variantes
producto de la desviación a la hora de forjar la primera raza en pos del tipo
de pleito y acentuando la aportación del Old English Game en el caso del tipo
Jerezano y de alguna raza oriental corredora en el caso del tipo canario.
No podemos negar que el gallo combatiente español es fruto y ha sufrido
para forjarse un sinfín de mezclas realizadas a lo largo del tiempo desde que
los fenicios lo introdujeron en la península ibérica, y de ahí que hoy en día
podamos encontrarnos además de las tres variantes mencionadas anteriormente
algunas otras desviaciones menos significativas que por su estética no obedecen
al patrón actual, pero sí se ajustan a la mayoría de sus condicionados y sobre
todo al tipo de pleito que caracteriza a estos animales (hablamos de los
famosos españoles calcutas, crestas de nuez, aguilillas, etc.), frutos todos
ellos de las constantes aportaciones que algunos galleros han hecho en sus
líneas y que a la vez de mejorar algunas veces también han venido acompañadas de
sonados fracasos.
Centrémonos entonces en los tres tipos mencionados que sí obedecen al
patrón actual y acentuemos las diferencias en algunos casos mínimas que los
distinguen:
COMBATIENTE ESPAÑOL
Podríamos englobar aquí todos aquellos especimenes que cumplan con los
requisitos del patrón aprobado, exceptuando entonces las variantes con
distintos tipos de cresta al de sierra o al de clavel (crestellados) y englobar
los tipo Jerezanos y tipo Canarios anteriormente mencionados, pero de los que
vamos hacer mención especial en otro apartado.
Podemos decir de estos animales que fueron introducidos por los
fenicios en la península y que desde entonces han venido ajustándose según las
necesidades y variantes en su pleito, formandose así un tipo de gallo comodín
utilizado para la mayoría de los estilos de pelea y sobre todo para aportar
rapidez, fineza, nobleza y elegancia en todos los casos. Es para la mayoría de
los conocedores de estas artes la base principal a la hora de crear una linea y
todo esto es fruto de la constante clasificación que para el estilo de pleito
español se les requiere a estos animales.
Respecto al standard o patrón a seguir, el combatiente español es un
animal de pico corto y fuerte, alas largas heredadas de los antiguos gallos
bankivas de los que proviene y que por su naturaleza eran animales voladores al
contrario que esa otra rama de la que provienen los gallos orientales que se
defendían corriendo y están englobados en el grupo de los corredores. Es de
alzada levantada y de pecho y muslos fuertes y bien desarrollados. Plumaje
abundante y cola larga y poblada. Respecto a sus variantes de pluma y color son
innumerables, pero de especial mención son los colorados, los pechinegros, los
giros, los gallinos y los réculos y toda una gama de plumas que intercambiadas
entre sí le dan a cada gallo, gallero y linea un carácter personal y particular.
Actualmente se juegan con espuelas naturales de entre 18 y 20 mm.
aproximadamente, lo que le confiere un pleito que suele durar en algunos casos
hasta media hora si ninguno de los contrincantes es heridor y de escasos
minutos si el gallo es bueno y caza pronto al rival. Eso sí, este tipo de
pleito es bastante martirizador, lo que para ello se requieren animales de una
fineza extraordinaria y en muchos casos se observan peleas en las que las
remontadas son verdaderamente apasionantes y vemos surgir fuerzas de la
flaqueza en los gallos que luego son clasificados para castear. Otro punto a
tener en cuenta, es que muy pocos casteadores utilizan la consanguineidad a la
hora de hacer sus cruces y la forma de forjar las líneas es a base de cruzar lo
mejor clasificado de cada cual con lo mejor que puedas obtener de una gallería
amiga, evitando así los productos problemáticos que de aquí pueden surgir y
dándole a los animales la fortaleza del vigor híbrido cada vez que hacemos un
nuevo cruce.
EL COMBATIENTE ESPAÑOL TIPO JEREZANO
Aunque podamos englobar estos dentro del grupo anterior, tenemos que
aclarar, que en la zona de Jerez de la Frontera y sus alrededores, el gallo
combatiente español ha sufrido una aportación distinta al resto. Hoy en día muy
codiciados por su fiereza y coraje, los jerezanos son gallos españoles de
extremada elegancia, finos y bravos como el toro y heridores sin igual. Existe
una teoría que apunta a la aportación más acentuada del Old English Game que
los ingleses introdujeron en las lineas españolas en los tiempos que acudían a
las afamadas bodegas de vinos de esta tierra y de ahí que algunos observadores
distingamos este tipo de gallo del resto de los españoles pero debo aclarar que
hoy en día por su diversificación y mezclas con el tipo anterior sólo se trata
de una observación para los que además del tipo de pleito, exigimos a nuestros
animales una estructura fenotípica particular. El jerezano no deja de ser el
mismo gallo en la península que el combatiente español en sí y la unica
diferencia, es que llamamos jerezanos a los gallos de cola baja, larga y
bastante arqueada, de pluma preferiblemente colorada pechinegra, de extremada
nobleza y elegancia, pico corto y fuerte y buen amigo en las manos.
EL COMBATIENTE ESPAÑOL TIPO CANARIO
Quizás aquí si podamos hacer una distinción más aclaratoria y
exhaustiva que en el caso anterior por tratarse de un gallo propio de las Islas
Canarias, con aportaciones a lo largo del tiempo totalmente distintas a los
gallos de la península y con desviaciones propias al tipo de pleito que allí se
juega totalmente distinto al que se juega en el Sur y algunos otros lugares de
España.
En mi reciente visita a esta tierra, pude observar que el gallo Canario
es bastante similar al de la península por ser este el que más ha aportado a la
hora de forjar estas líneas, pero en esta tierra se ha ido clasificando al
gallo por su tipo de pleito y actualmente son gallos de mayor peso que los
anteriores, de una media de 4 lbs. en adelante la mayoría de ellos, lo que les
confiere una fuerza extraordinaria a la hora de ser jugados con espuelas
naturales o postizas de gallo largas, sin medidas fijas. Además, el tipo de
pleito es totalmente distinto, pues estos gallos dirigen sus tiros al cuerpo al
contrario que los peninsulares que los dirigen a la cabeza. Bajo mi punto de
vista, estos gallos pueden haber sufrido aportaciones de gallos corredores distintos
al gallo bankiva, aunque podemos basar nuestra teoría en que el sistema
clasificatoria canario desvió estos animales procedentes del tipo español
propiamente en sí y forjaron el actual.
Vuelvo a repetir, esto no son más que puntos de vista del que os habla,
pero creo que por mi cercanía los principios que utilizo no están demasiado
desviados.